El Gofio de Canarias se extiende desde los hogares hasta la más alta cocina creativa por sus sutiles aromas a frutos secos que combinan a la perfección tanto con dulce como en salado, y por sus magníficas cualidades nutricionales.
El Gofio, originario de las Islas Canarias, fue el principal alimento de los aborígenes Guanches y lleva alimentando a los canarios desde hace más de 800 años. Existen referencias arqueológicas desde el S.XIII de molinos rotatorios de gofio y sedimentos de semillas en los asentamientos guanches localizados en la falda del Teide en Tenerife.
El Gofio canario es la seña de identidad de las Islas Canarias, vinculado a su existencia como sustento principal desde antaño y como protagonista de su gastronomía, que ha evolucionado con el tiempo y estilo de vida, hasta convertirse en un extraordinario ingrediente de la comida canaria, donde permanece el gofio amasado con agua y frutos secos denominado «pella de gofio» que sirve de entrante o acompañante, gofio mezclado con leche en los desayunos y meriendas de los niños canarios durante muchas generaciones, añadido a caldos como el escaldón de gofio y a potajes; de cobertura para madurar quesos o recubriendo almendras con gofio y plátanos garrapiñados con gofio, en postres como el rico mousse de gofio o el helado de gofio, en papillas con plátano o en el turrón de gofio y los galletas de gofio, y así hasta un sin fin de recetas de comidas canarias tradicionales y ahora de la más alta cocina creativa. El gofio con su sutileza potencia el sabor y el aroma de las mesas de Canarias y actualmente reina en los guachinches y restaurantes de las islas.
Actualmente las variedades de Gofio dominantes son principalmente: Gofio de Millo y Gofio de Trigo, así como el gofio de Trigo Millo denominado Gofio de Mezcla y el Gofio Multicereales como evolución de los anteriores.
¿Qué es el gofio?
El gofio se elabora aún hoy tal y como lo hacían nuestros ancestros, tostando las semillas de cereales como cebada, trigo y millo (el maíz fue introducido en Canarias por los conquistadores), para luego molerlas en los molinos de piedra rotatorios hasta lograr una harina muy fina que varía su color, aroma y textura en función del tipo de cereal, molienda, grado de tueste y cantidad de sal añadida.
¿Por qué el gofio?
Porque realza todo lo que toca y está considerado un “superalimento” por sus enormes aportaciones en vitaminas A, B1, B2, B3, C y D lo que le clasifica como una magnífica fuente de nutrientes, también ofrece altos contenidos de potasio y sodio, ideal para deportistas, dietas sanas, convalecientes, crecimiento y alto rendimiento. El Gofio con leche por las mañanas ha sido el elixir de la salud y fortaleza de los niños de Canarias durante muchas generaciones.
Los guanches solían amasar el gofio con agua o añadiendo frutos secos y utilizar un zurrón -bolso elaborado con piel de cabra- para amasar, contener y transportar el gofio preparado para consumirlo en sus itinerancias y traslados.
Desde 2014 la Indicación Geográfica Protegida (IGP) “Gofio canario” está amparada por la Unión Europea.
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